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DESDE ADENTRO…
DRA. MA. DEL ROCÍO EQUIHUA EQIHUA
LOS SABORES QUE ALIMENTAN EL ALMA:
Son aquellos que nos conectan con nuestras emociones, recuerdos y experiencias más
profundas…
El sabor de la gratitud: Los sabores que nos hacen sentir agradecidos por lo que tenemos,
cuando la vida te devuelve aquellas acciones que un día realizaste por alguien más.
El sabor de la nostalgia: Los sabores que evocan recuerdos de la infancia, la adolescencia, la
familia, los amigos, los maestros aquellos que nos enseñaron a sentir ese flash que alimenta
al corazón y que cuando pareciera que nuestro cuerpo ya no puede más se vincula con la
mente para remontar y llegar a las metas, esa compañera que hoy yo decido ser para los que
cerca están de mí.
El sabor de la creatividad: Los sabores que nos inspiran a crear y experimentar, como el
sabor de una nueva experiencia, innovación en las escuelas o el sabor de una actividad nueva
en nuestras vidas, implementar, desde los conocimientos teóricos, retar a nuestro ser a
construirse desde la diversidad y para la diversidad sin morir en la batalla.
El sabor de la conexión: Los sabores que compartimos con los seres queridos, aprender a
recibir y saborear el que las personas decidan que seas parte de sus vidas, que sus momentos
valiosos decidan compartirlos contigo.
El sabor de la paz: Los sabores que evocan una sensación de tranquilidad, serenidad y
armonía, la relajación, calmar la mente y el cuerpo mediante la reflexión y la meditación o
haciendo lo que más se gusta y se disfruta.
El sabor del sueño: Los sabores de la imaginación y el escape, vivir fantasías y explorar sin
control, en plena libertad, aventurarse, escapar con tan solo cerrar los ojos.
El sabor de los colores: La sinestesia, donde los colores se convierten en texturas que visten al
cuerpo para proteger el alma intensa y apasionadamente asociando la energía con la calidad
humana.
