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Cuando leí esa frase por primera vez, resonó
profundamente en mí. Me puse a pensar en todas
las metas que me he propuesto y me di cuenta de
que eso es exactamente lo que siento: emoción
mezclada con nervios.
Se habla mucho sobre las metas, pero si el tema
está tan presente ¿por qué no todos logramos las
nuestras?
• ¿Será que no sabemos definirlas correctamente?
• ¿Nos falta un plan paso a paso?
• ¿Nos abruma solo el hecho de pensar en ellas?
Lic. Cecilia Estefanía Ceja Pinto
Hoy quiero hablar nuevamente sobre este tema y compartirte una serie de recursos
simples y efectivos para que las metas no te abrumen, puedas seguir un camino claro
y, sobre todo, establezcas objetivos alineados contigo.
¡Vamos a ello!
¿Cómo definir una meta?
Piensa en un sueño, un anhelo que al cerrar los ojos te haga sentir emoción, que te
arranque una sonrisa y te haga decir: “Wow, qué bonito será contar en un futuro
cómo logré esto.”
Si aún no tienes claro qué meta elegir, aquí te dejo algunas preguntas que pueden
ayudarte a visualizarlo mejor:
