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de estudiar algo nuevo y ahora tu energía está ahí. Tal vez querías correr un medio
maratón, pero una lesión te obligó a parar y ahora tu meta es sanar y regresar con
fuerza. Todo eso está bien.

Lo importante es mantenernos en movimiento, aunque sea en otra dirección.
Lo que sí puedes hacer ahora

1. Haz una lista de tus metas de enero. ¿Qué lograste? ¿Qué se pausó?
¿Qué ya no quieres?
2. Elige tres objetivos que sí quieras retomar o redefinir. Y ojo: no tienen
que ser gigantescos. A veces una meta poderosa puede ser: volver a

confiar en mí, salir a correr tres veces por semana, dormir mejor,
escribir de nuevo.
3. Define acciones concretas para estas metas. Qué días, cuánto tiempo,
qué necesitas.

4. Comparte tus metas con alguien. Tener a quien rendir cuentas —un
amigo, tu entrenadora, tu comunidad— te ayudará a mantenerte
enfocada.
5. Celebra tus avances, no sólo los resultados. Cada vez que eliges actuar

con intención estás entrenando tu confianza.
La mitad es un símbolo poderoso

Estamos tan obsesionados con los “inicios” —lunes, primero de mes, año nuevo— que
olvidamos que podemos empezar en cualquier momento. La mitad del año es un
recordatorio de que aún hay muchísimo por construir. Seis meses bien vividos pueden
transformar por completo cómo cerramos el año. Y no tiene que ser desde la prisa, sino

desde la claridad.
Como corredora, lo he vivido una y otra vez. Hay carreras que he empezado con todo y al
kilómetro 12 me he desfondado. Otras donde el arranque fue difícil, pero me encontré en
el segundo tercio y terminé con fuerza. Lo mismo pasa en la vida: a veces la magia no

está en empezar con potencia, sino en saber recuperar el ritmo.
Y si te sientes perdido…
No estás sola. A muchas personas les cuesta revisar sus metas porque sienten que “van
tarde”. Pero te aseguro algo: el verdadero retraso sería seguir un camino que ya no es

para ti. Es más valiente decir “voy a ajustar el rumbo” que quedarse ahí sólo por orgullo.

La mitad del año es una invitación a reconectar contigo. A recuperar tu voz interna. A
soltar lo que ya no vibra contigo y apostar por lo que sí. Y si necesitas un empujón, aquí

va uno: aún puedes lograr algo que te haga sentir orgullosa antes de que acabe el año.
Sólo necesitas decidirlo y dar ese primer paso.

Porque al final, no importa si es enero o julio, cada día es una oportunidad de escribir una

nueva página. Y tú decides cómo contar tu historia.