Page 23 - FGDP revista GoEL
P. 23
La magia en la
escritura
La mitad del año: un
segundo inicio
Lic. Cecilia Estefanía Ceja Pinto
Julio siempre me ha parecido un mes curioso. No tiene la euforia de los inicios ni la
nostalgia de los cierres. Está justo en medio. Pero justo por eso, tiene una fuerza especial:
la posibilidad de pausar y replantear.
Cuando empieza el año, muchos nos llenamos de entusiasmo por fijar metas. Algunas
claras y concretas, como correr nuestro primer 10K, terminar un libro o lanzar un proyecto.
Otras más sutiles: ser más constantes, más valientes, más honestos con lo que queremos.
Pero al llegar junio o julio, ya no hablamos tanto de esos objetivos. Los días se nos van en
pendientes, en rutina, en “cuando tenga tiempo”.
Y sin embargo, la mitad del año es un excelente punto para detenernos. Respirar. Volver a
mirar hacia dónde íbamos… y preguntarnos si todavía queremos ir ahí.
El check-in más importante
Así como cuando entrenamos necesitamos pausas activas para recuperar y observar cómo
va el cuerpo, la mente también necesita un espacio para revisar: ¿cómo me estoy sintiendo
con lo que me propuse?, ¿sigo comprometida con mis metas o sólo me estoy forzando?,
¿qué ha cambiado en mi vida desde enero?
Hacer este tipo de check-in no es renunciar. Al contrario: es un acto de honestidad y
madurez. A veces seguimos con metas que ya no nos hacen sentido por miedo a fallar.
Otras veces, hemos avanzado más de lo que creemos, pero no lo notamos porque estamos
viendo únicamente lo que falta. Reevaluar nos da perspectiva.
Recalibrar no es rendirse
Si un corredor empieza una carrera con una estrategia, pero el clima cambia o el cuerpo
le responde diferente, lo inteligente no es seguir con el plan original a toda costa, sino
adaptarlo. Lo mismo aplica para la vida.
Revisar nuestros objetivos a mitad de año no significa que fracasamos, significa que
estamos aprendiendo. Tal vez querías lanzar un proyecto, pero apareció una oportunidad