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La neurociencia de la transformación
El Estrés en tu Vida Diaria y como Combatirlo Según la Neurociencia
El estrés no es un fenómeno aislado. Desde los plazos ajustados en el trabajo hasta los
problemas cotidianos, vivimos en una sociedad que parece estar en constante aceleración. Y
aunque el estrés ocasional puede ser útil para mantenernos alerta, su presencia continua
afecta gravemente nuestra salud mental y física. La neurociencia nos ha brindado una
comprensión más profunda de cómo el estrés impacta el cerebro y, lo que es más importante,
cómo podemos combatirlo de manera efectiva.
El Efecto del Estrés Crónico en tu Cerebro: Una Sobrecarga Emocional
Imagina que el cerebro es como una computadora que ejecuta demasiados programas al
mismo tiempo. El estrés crónico es como un virus que ralentiza el sistema, afectando tu
capacidad para tomar decisiones, procesar información e incluso regular tus emociones.
Según estudios, el estrés prolongado afecta gravemente la corteza prefrontal (responsable
del razonamiento y la planificación) y el hipocampo (clave para la memoria). Esto puede llevar
a una toma de decisiones impulsiva o a la incapacidad de recordar detalles importantes.
Practica la Meditación y la Respiración Profunda
La meditación y la respiración profunda activan el sistema nervioso parasimpático, que ayuda
a reducir los niveles de cortisol. Estudios han demostrado que solo unos minutos al día de
meditación consciente pueden incrementar la neuroplasticidad, ayudando a reparar el daño
cerebral causado por el estrés crónico. Una mente más calmada también toma mejores
decisiones, lo que reduce el impacto emocional de situaciones estresantes.
Estrés y el Sueño: Un Círculo Vicioso
El estrés también afecta gravemente la calidad del sueño. Y cuando no dormimos bien,
nuestra capacidad para manejar el estrés disminuye, lo que genera un círculo vicioso. El
sueño es fundamental para la regeneración neuronal y el procesamiento emocional. La falta
de sueño también reduce la capacidad de la corteza prefrontal para inhibir las respuestas
emocionales impulsivas, lo que nos hace más reactivos y menos capaces de manejar el
estrés.
Establece una Rutina de Sueño y Limita la Exposición a Pantallas
Para romper este ciclo, es esencial una buena higiene del sueño. La neurociencia recomienda
evitar la exposición a la luz azul de pantallas al menos 1-2 horas antes de dormir, ya que esta
luz interfiere con la producción de melatonina, la hormona que regula el sueño. Además, una
rutina de sueño consistente refuerza la conexión entre cuerpo y mente, ayudando a mejorar la
calidad del descanso y, por lo tanto, la resiliencia ante el estrés.