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DESDE MI ESPACIO

Crecer desde el fracaso.

Desde mi espacio, he descubierto que muchas
veces la gente fracasa por miedo, y que este

miedo a menudo surge de los constantes
ataques y agresiones que recibimos de otros.

Estas experiencias negativas pueden
paralizarnos y detener nuestro progreso.

Reflexionemos pues, sobre algunas razones
que, desde mi experiencia, nos llevan al fracaso

y sobre cómo podemos superarlas desde
nuestro propio espacio, sin contribuir a la

negatividad que afecta a los demás y a
nosotros mismos. Miedo al error

A nadie le gusta equivocarse, mucho menos si al hacerlo será centro de burlas, risas,

regaños, castigos, etc., y el miedo al error puede ser un gran obstáculo. Desde mi espacio, he
aprendido que los errores deben ser vistos como oportunidades de aprendizaje. Cada vez
que fallamos, tenemos la posibilidad de analizar lo que salió mal y mejorar. Al aceptar que los

errores son parte del proceso, podemos avanzar con mayor confianza y resiliencia, viendo el
fracaso como el principio de nuevas acciones y no como el fin de nuestros planes.

Poca tolerancia en la critica

Muchas personas están pendientes de lo que otros hacen y son rápidas en criticar. Esta falta
de asertividad, entendida como falta de apoyo, puede ser desmotivadora. Desde mi espacio,

he aprendido la importancia de desarrollar una piel más gruesa. La crítica constructiva puede
ser valiosa, pero no debemos permitir que la negatividad sin fundamento nos detenga. Es

importante rodearnos de personas que nos apoyen y que nos impulsen a seguir adelante, al
tiempo que identificamos e ignoramos las críticas destructivas. Además, debemos
comprometernos a no ser fuente de críticas destructivas, ofensas, ni faltas de respeto hacia
los demás.

Falta de motivación

No encontrar un valor real en lo que deseamos hacer, hace que sea poco atractivo continuar.
Desde mi espacio, trabajo activamente en buscar, y me enfoco en mis verdaderas pasiones.
Cuando encontramos un propósito que realmente nos mueve, la motivación surge de manera

natural, se vuelve intrínseca. Identificar ese "por qué" profundo es clave para mantenernos
en el camino y motivarnos a seguir. Cuando fracasamos en lo que nos apasiona, el fracaso