Page 27 - FGDP revista GoEL
P. 27
Cada decisión que tomamos hoy se convierte, casi de
inmediato, en parte de nuestra historia personal. Cada
palabra, cada acción, cada omisión, pasa al archivo de
nuestra memoria y se suma a ese conjunto de recuerdos que
llamamos pasado. Por eso, si queremos tener un pasado del
cual sentirnos orgullosos, necesitamos empezar ahora mismo
a decidir con mayor conciencia, porque el futuro que
construimos hoy será, en cuestión de instantes, nuestro
pasado de mañana.
Muchas veces cargamos con la sensación de que el pasado
nos aprisiona: errores cometidos, oportunidades perdidas,
decisiones equivocadas. Pero el presente tiene un poder
extraordinario: darle un nuevo significado a aquello que ya
no podemos cambiar en los hechos. Cuando decidimos vivir
con responsabilidad, con amor, con integridad, esas
elecciones empiezan a reinterpretar lo que quedó atrás. Lo
que alguna vez fue visto como fracaso puede convertirse en
la raíz de un aprendizaje. Lo que se sintió como una caída
puede resignificarse como el impulso necesario para
levantarnos.
Esto nos invita a dejar de vivir atrapados en la nostalgia o en
la culpa. El pasado no es una condena, es un relato en
constante reescritura, y cada elección futura es una
oportunidad de darle un nuevo valor a lo que ya vivimos. El
día en que decides perdonar, tu pasado deja de estar
marcado solo por la herida y empieza a estar iluminado
también por tu capacidad de soltar. El día en que eliges
esforzarte, tu historia deja de girar en torno a la derrota y
comienza a hablar también de tu disciplina y de tu
esperanza.

