Page 11 - FGDP revista GoEL
P. 11
Conclusión:
La hiperconexión no es el enemigo, pero sí una trampa
si no aprendemos a usarla con conciencia. Nuestro
cerebro necesita momentos de silencio, relaciones
auténticas y un consumo responsable de información para
prosperar.
Hoy más que nunca, la verdadera revolución no es estar
“siempre conectado”, sino aprender a desconectarnos
para reconectar con lo que realmente importa: nosotros
mismos y las personas que amamos.
La tecnología debería ser nuestra herramienta, no
nuestro amo.

